martes, 22 de junio de 2010

SIMPLEMENTE GRACIAS, MARTÍN



Argentina llegaba a su tercer y último partido de la primera ronda, habiendo ganado los dos partidos anteriores, pero todavía sin tener asegurada la clasificación. Romero – Otamendi – Burdisso – Demichelis – Clemente Rodriguez – Maxi Rodriguez – Bolatti – Veron – Messi – Agüero – Milito – los once que presentaba Maradona para enfrentar a Grecia, con siete variantes respecto del equipo titular que le ganó a Corea el partido anterior. La particularidad: como no jugaba Mascherano, la cinta de capitán la llevaba Messi convirtiéndose en el jugador de menor edad que portaba la cinta del equipo en un mundial.

Primer tiempo donde Argentina tuvo mucho la pelota, pero no logró concretar frente a una defensa griega que se replegaba muy bien pero que, más allá de eso, su equipo no proponía mucho. A Lio le costaba eludir su marca personal pero de todas maneras, se las arregló para participar con algunos tiros de media distancia. Otro punto alto fue Clemente Rodriguez que hizo de la banda izquierda un punto de inicio para la ofensiva argentina. Verón también cumplió con su rol de estratega, manejando el ritmo de la selección. Pero terminaba la primera parte y no habíamos encontrado el gol.

En el segundo tiempo, el equipo siguió intentando abrir el marcador que recién llegó nuevamente de pelota detenida con un cabezazo de Demichelis, que reboto en Milito y le quedó nuevamente al defensor para que rompa el arco y abra el marcador. Con un 1-0 que nos dejaba como el primer equipo en conseguir los nueve puntos, que daba tranquilidad a todos. Messi se libraba de a poco de su marca y seguía intentando contra un arco que estaba cerrado para él, ya que el palo le negó su primer gol en este mundial.

Lo impresionante, lo magnifico, fue que la mayoría de la gente comenzó a sentir que llegaba el momento de sacar el “As” de la manga para definir el partido: Martin Palermo. Ya había entrado Di María y Pastore para desahogar a Messi pero no pudieron definir la historia. Afortunadamente, Maradona pensaba lo mismo y llamó al “Loco”: “Andá y definimeló” le dijo el DT. “Cómo no, Diego”, parece haberle contestado a Maradona. Porque el jugador de 36 años que pisaba una cancha en un mundial por primera vez, tomó el rebote de un tiro de “La Pulga” y la embocó. Entró a los 34’ y a los 43’ marcó el gol que sentenciaba la historia. 2 a 0 contra Grecia y nos hacía pensar ya en México para octavos de final. En el día en que se cumplen 24 años de “La Mano de Dios” y aquel inolvidable gol de Maradona, Palermo también cumplió su sueño.

Nos queda nada más que agradecer a un hombre como Martín que es garantía de gol, que hace lo que tiene que hacer, eso que a veces parece fácil pero que, como se dice siempre, “hay que estar”. “Lo llevo porque es milagroso” había dicho Maradona, recordando aquel gol contra Perú en eliminatorias que nos dejaba con un pie adentro del mundial. ¡Qué razón tiene! ¿Cómo hará Maradona para no tentarse de poner a Martín en caso de ir empatando un partido decisivo como lo que vienen? Palermo es una historia de nunca acabar, un delantero que sorprende siempre, de la mejor manera, con sus aciertos, con su locura, con su pasión y su entrega. Hoy se convirtió en el jugador con más edad en marcar un gol con la camiseta de la selección en una copa del mundo pero también escribió un capítulo más en la increíble historia de su vida que ya todos conocemos. Hizo llorar a su mamá y a su hermano que lo veían desde la tribuna y pudo besarse su tatuaje del antebrazo como siempre lo hace. Un luchador, un ídolo innegable, que es aceptado por hinchadas tanto de Boca como de River. Martín Palermo, un goleador incansable. ¡Gracias Loco por tus goles!

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